No hay nada nuevo, nada. Pero hay de todo. No es un disco sorprendente en cuanto a la posible innovación que podría aportar a un género para mí tan cerca de quemarse como es el indie. No pretendo decir que deje de escucharse o venderse, pero si que la cota de variación musical que tiene es tan limitada que creo que ya esta siendo sobreexplotado.
viernes, 23 de diciembre de 2011
What Did You Expect From The Vaccines? - The Vaccines
No hay nada nuevo, nada. Pero hay de todo. No es un disco sorprendente en cuanto a la posible innovación que podría aportar a un género para mí tan cerca de quemarse como es el indie. No pretendo decir que deje de escucharse o venderse, pero si que la cota de variación musical que tiene es tan limitada que creo que ya esta siendo sobreexplotado.
viernes, 4 de noviembre de 2011
Definitively Maybe
La primera obra maestra (y puede llegar a decirse que la única) de Noel Gallagher. Pueden preguntar en Inglaterra, es una plaga, el disco más contagioso y sintomático de los años 90. Quizás el grunge movió más que Oasis por ser un verdadero movimiento musical, pero que los 5 de Manchester fueron algo más que un grupo está muy claro. La adoración en las islas fue algo masivo, digno de un equipo de fútbol; sus incondicionales iban a sus conciertos a mostrar pleitesía, y así lo hicieron durante los 15 años que duró la banda, aún a pesar de sus bandazos musicales posteriores. Toda la adoración producida por la banda de los hermano Gallagher no es casualidad, sino producto de su primera trabajo, uno de los discos más infecciosos de la historia de la música. Es totalmente irresistible: melodías robadas de los Beatles distorsionadas, un cantante con un prodigio por garganta (aunque carezca de demasiada interpretación), letras pegadizas, y todo tocado a todo volumen. La verdad es que la portada no podía haber sido escogida mejor, gente normal con música, fútbol y vino a su alrededor, el grupo del pueblo. Ese fue el éxito de oasis, su accesibilidad sin caer en la comercialidad y manteniendo sus raíces de rock clásico.
domingo, 7 de agosto de 2011
Cuestión de himnos
Viendo la programación de la VH1, me llamó la atención el título del programa dedicado a música de los 90, Smells Like The 90’s. Al momento (exactamente igual que al resto de la población mundial), me vinieron a la cabeza imágenes del icónico videoclip de Nirvana. En seguida empecé a reflexionar sobre cómo pudo sintetizarse tanto (y tan bien) el espíritu de toda una década, llegando a alcanzar la categoría de himno de la llamada generación X. La ropa desgarbada y deshilachada, los vaqueros rotos, y el espíritu destructivo, rebelde y a la vez depresivo, fueron captados en escasos 4 minutos de video a la perfección, y movilizados de manera inigualable por el grunge. Uno de los grandes méritos de Nirvana, y de Kurt Cobain por extensión, fue el movilizar a toda una nueva hornada de chavales, que no solo estaban faltos de una súper estrella carismática, sino también de un estilo musical que marcase el cambio de década. Por ello, uno de los puntos a favor de el líder de Nirvana como compositor y guitarrista fue el sacarse de la chistera la enésima revolución musical de la música del siglo XX.
Pero esto no se escribe con el fin de alabar a Cobain, sino que se hace con el motivo del concepto de himno generacional. Pocas canciones trascienden tanto como para considerarse himno de una generación, pero smells like teen spirit lo consiguió con los adolescentes de los 90. Para llegar a este rango, no solamente necesitas que tu canción sea buena, de hecho no hace falta que esté entre lo mejor de la década (hablando de forma estrictamente musical), pero si tienes que marcar la pauta de toda una generación, y llegar a todo el mundo, desde los rockeros hasta los aficionados al baile, pasando por raperos y reggaes. Para ser himno tiene que ser bueno, tiene que ser mundialmente conocido, sonar hasta la saciedad en lugares públicos, y tener ese toque de tema tarareable y fácilmente reconocible. Son muchos requisitos, por eso no pueden componerse deliberadamente.
Yo nací en los primeros años de los 90, por lo que el programa de VH1 me hizo pensar: “Joder, nosotros no tenemos algo así, no tenemos algo que de verdad represente nuestra década”. Esa fue mi primera reacción. Poniéndome a buscar no tardé en dar con la clave: Seven Nation Army. ¿Alguien puede decirme una cancion más tarareada en lo que va de los 2000? ¿Alguna que conozca más gente? ¿Alguna otra que al escucharla, de verdad, tenga esa intensidad que requiere un himno?. Estoy casi seguro de que no existe otra. Quizás las tendencias de moda, de las que no soy experto, no se reflejen tanto en el video de los White Stripes como se hacía en el de Nirvana, pero si refleja la década. Refleja que la forma de llegar a mucha parte de la población es la música electrónica (tiene casi tantas versiones techno como Yesterday de los Beatles versiones de rock). Se ha esparcido incluso en el mundo del fútbol. Seven Nation Army ha llegado también a ser uno de esos cánticos requeridos por cualquier hinchada futbolística del planeta. Se ha adscrito a los canturreos de tono borracho de las aficiones de los estadios y plazas como otras musiquitas ya olvidadas. Por todo esto ha llegado a todas las esquinas del planeta.
Igual que justificaba la grandeza de Kurt Cobain como guitarrista anteriormente, Jack White merece la misma consideración. Quizás no movió a las masas con un nuevo estilo musical (ya que, al fin y al cabo, toca un blues ultra electrizado y pasado por su garage), pero si las movió, ya sea en un concierto, en una macro discoteca o en un estadio de fútbol, con un himno, el himno de la década. Y eso, desde luego tiene mucho mérito.
viernes, 3 de junio de 2011
In Your Honor - Foo Fighters
Un buen esfuerzo. De poco más se puede calificar el excesivamente largo doble CD de Foo FIghters. El largo período de grabación y los sobrehumanos esfuerzos de Dave Grohl y los suyos por crear algo nuevo dieron con demasiadas canciones y, aunque sea uno de sus mejores trabajos, un disco lago de más.
domingo, 13 de marzo de 2011
Elephant
¿Son los años 60?, ¿70?, ¿sigue el blues de moda?. Para nada, es solamente la ambición retro de Jack White, al cual no le importaría que sus contemporáneos musicales fuesen The Yardbirds, Rory Gallagher o Free. El líder y guitarrista del grupo de Detroit se obcecó tanto en que el sonido de este disco fuese rudimentario, que decidió grabarlo en un estudio casi dejado de la mano tecnológica de Dios en Londres, con grabadoras de 8 pistas entre otros detalles. El resultado, un trabajo que confirmó a The White Stripes como unos verdaderos elefantes del rock en esta década falta de verdaderos iconos del circo del Rock and Roll.